Te convertiste en alguien reemplazable...
así como una pieza que se rompe y para la cual siempre hay un repuesto.
-¡vete!
Y daré media vuelta porque no quiero ver cómo te marchas...
(Nadie dijo nada, aquellas palabras dolían demasiado, iban y venían haciendo
eco en lo más profundo de sus corazones)
((Aun se que decirlas, a veces duele
mucho más que escucharlas y que hacen heridas más grandes))
-¿eso es lo que tú quieres?
En realidad no sé si quiero que te vayas o que te quedes,
Solamente quiero dejar de llorar, quiero sentirme feliz...
(La lluvia arrastrara mi corazón por las calles de esta ciudad hasta encontrarte
otra vez)
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Gracias por leer...
Una lagrima cae y rueda por sus mejillas.